Mucho se habla en los últimos años de mens sana in corpore sano y ciertamente esta dupla es lo más cerca que se puede estar del bienestar general. En la búsqueda de esta armonía perfecta se debe hacer hincapié sobre los beneficios psicológicos de la actividad física. Así es más fácil entender por qué los psicólogos y psicólogas recomiendan desarrollar estos dos aspectos.
Y es que la visita al psicólogo o psicóloga no siempre debe ser el resultado de una condición especial que requiera atención. Debe servir como un complemento para tener una vida saludable mental y físicamente. Por esta razón, evitar una vida sedentaria y activar la mente y cuerpo es clave para vivir en armonía.
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Mens sana in corpore sano
Practicar algún ejercicio permite mejorar las funciones cognitivas en cuanto a la agilidad mental, capacidad de autonomía y toma de decisiones. Además, ayuda a una mayor sensación de seguridad con respecto a la imagen corporal. Se trata de una especie de bienestar que puede afectar a cualquier persona y en cualquier momento de su vida.
Los expertos destacan que hay muchos beneficios psicológicos. Algunas de ellas son:
- Libera tensiones producto del estrés y aumenta la sensación de euforia, fuerza y energía.
- Se liberan endorfinas y esta hormona provoca una mayor sensación de bienestar después del ejercicio.
- La capacidad de autocontrol se incrementa y por lo tanto, disminuye la agresividad, la intolerancia y la ansiedad.
- También puede reducir la fatiga, permitiendo trabajar con más energía y descansar.
- Activar el cerebro a través de la práctica de algún deporte, tiene el beneficio de prevenir enfermedades degenerativas como la demencia.
No importa la edad
La actividad física también tiene diferentes funciones según la edad. Los psicólogos y psicólogas clínicas señalan que, en los niños y niñas, la interacción entre el espacio y el cuerpo que posibilita la práctica de algún deporte contribuye a:
- Desarrollar mejor los procesos de aprendizaje.
- Ejercitar la orientación espacial y la coordinación visual y motriz.
- Aumentar la interacción basada en la cooperación y solidaridad.
- Valorar la cooperación y solidaridad.
- Mejorar el control sobre las emociones pues tanto el éxito como el fracaso son manejables.
Las personas en edad avanzada también reciben múltiples beneficios con una actividad física adecuada. A través de ella, pueden prevenir la osteoporosis, aumentar la fuerza muscular, la flexibilidad y la resistencia. Igualmente, pueden reducir el deterioro muscular con el paso de los años.
Además, las personas mayores que hacen ejercicio son más ágiles y tienen una mayor sensación de bienestar y autonomía. Generalmente, disfrutan de una mejor vejez.
Actividad física en cualquier tiempo y lugar
Uno de los principales problemas o excusas para no hacer deporte es sin duda el tiempo y el lugar por lo que se suelen emitir razones como: “No tengo tiempo para ir al gym” o “trabajo todo el día”…
El hecho es que la actividad física se basa en los juegos, los deportes, las actividades de ocio y recreo, los desplazamientos (a pie y en bicicleta) y la actividad física planificada en el hogar, la escuela y los actos comunitarios. Ir de compras a la tienda que está a dos manzanas puede ser un ejercicio cardiovascular muy recomendable si en lugar de ir en coche, se llega caminando.
Los niños son un vivo ejemplo de actividad física, sin planificar mucho. Por naturaleza, suelen realizar una actividad física intermitente, especialmente cuando participan en juegos o en actividades de ocio no estructuradas.
Así que desde una sesión completa de ejercicios hasta una caminata, cortar el césped o lavar el coche puede ayudar a dejar el sedentarismo, distraer la mente y liberar el estrés.
La OMS recomienda al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada a la semana, es decir, 30 minutos de actividad física cinco días a la semana.
No obstante, esto debe equilibrarse con una reducción del tiempo dedicado a actividades sedentarias (por ejemplo, trabajo con el ordenador, Internet, juegos, televisión) y un aumento del tiempo dedicado a otras actividades de alto consumo energético.
El equilibrio perfecto
Alcanzar una estabilidad psicológica y bienestar físico es garantía de una vida mucho más saludable. Por eso, contar con profesionales de la psicología que ayuden a mantener la estabilidad emocional es un beneficio al que todos deben acceder. Encontrar esta armonía permite no sólo llevar una vida saludable, sino ser capaz de proyectar otros retos y alcanzarlos con equilibrio y éxito.