Cómo afrontar el duelo en navidad

La Navidad suele ser una avalancha de emociones contradictorias, especialmente si se ha sufrido una pérdida de un familiar recientemente. También pasa que se recuerda a los parientes que ya no están desde hace tiempo. Por lo que, la persona se siente triste y nostálgica. ¿Qué se puede hacer para sobrellevar el dolor en una época de alegría colectiva?

Expresar los sentimientos 

Es contraproducente ocultar el dolor porque puede causar problemas de salud. A su vez, este se libera cuando menos se piensa. Lo mejor es llorar y compartir con los seres queridos todos esos sentimientos que afloran, asociados a la pérdida de esa persona amada. 

Evitar ocultar la situación 

A veces, las personas adultas prefieren esconder la tristeza o hacer como si nada hubiese pasado como una manera de proteger a los niños y niñas. 

Esto no es saludable, especialmente porque también tienen que vivir su duelo. Hay que acompañarles en esa situación y recordar los momentos alegres que se ha compartido con esa persona ya fallecida. Esta es una manera de honrar su memoria. 

Simbolizar al ser querido fallecido 

La Navidad es una época de rituales sociales, de reuniones. Puedes aprovechar este momento para ver álbumes de fotos, hablar de anécdotas compartidas sobre la persona fallecida, preparar su comida favorita y compartirla con la familia. También se puede escuchar música que a esa persona le gustaba. 

De esta manera, se recuerda, se honra y se permite sentir el cúmulo de sentimientos. 

Tomarse el tiempo

Esta fecha en especial está llena de actividades sociales, por lo que, es posible que la persona se sienta abrumada de ir o de participar en todas. El duelo es un proceso individual que requiere tiempo. Si la persona siente que no puede emocionalmente acudir a ellas, es mejor esperar. 

Buscar otras tradiciones 

Probar otras tradiciones puede resultar una excelente opción para la persona que busca consuelo. Una manera de hacerlo es hablar con sus familiares sobre qué tradiciones le gustaría mantener y qué otras no porque están asociadas a la tristeza y a la nostalgia. Lo importante es conversar y llegar a un consenso sobre qué es lo mejor para todos, cómo afrontar este duelo. 

Aceptar la ayuda 

En estos momentos, la familia y las amistades se acercan para consolar y para ayudar. Lo asertivo es aceptar esa ayuda, especialmente con actividades prácticas como hacer las compras, limpiar o preparar la cena navideña. Hay que aprender a delegar y a confiar en la buena fe de las personas más cercanas. 

Evitar la automedicación

Aunque suele ser una idea tentadora, tomar un medicamento para dormir mejor no es recomendable. No es saludable automedicarse. Es preferible visitar al especialista si las emociones te desbordan o si la persona siente que ya no puede soportar el dolor. En nuestro centro de psicología podríamos ayudarte.

Tampoco es saludable fumar e ingerir bebidas alcohólicas. Estas sustancias afectan el juicio y las emociones.   

Reducir el estrés 

Las reuniones familiares en navidad suelen ser celebraciones con una alta dosis de estrés durante su preparación. Es recomendable que la persona realice actividades que interrumpan esa carga. Por ejemplo salir a caminar, leer un libro, es decir, desconectarse un poco del ajetreo de estos días. 

Afianzar la vida espiritual 

La meditación da consuelo, independientemente si la persona pertenece a una religión o no. Los momentos de silencio interior y exterior son importantes para que la persona permita expresar sus emociones.

Si se ha alejado un poco de las creencias espirituales, la persona puede aprovechar este momento de duelo para reconectarse nuevamente con sus creencias. Eso, siempre y cuando su fe no afecte su bienestar individual. 

Planificar la celebración 

Esto es importante porque las celebraciones pueden ser actividades agobiantes. Lo mejor es planificar con antelación y buscar ayuda de los participantes con tiempo para evitar que la cena se convierta en una actividad estresante. 

Es bueno conversar con la familia dónde quieren hacer la comida, dónde se van a abrir los regalos de los niños, cuál es el menú, si lo van a preparar o comprar, etc. Todas estas decisiones deben hacerse en consenso después de conversar con los familiares porque todos están viviendo ese duelo y entre todos se debe vivir y sobrellevarlo.

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