En este artículo hablaremos sobre los terrores nocturnos, un trastorno del sueño poco común que puede ser muy angustiante para la persona que lo experimenta y para quienes lo presencian.
A menudo se confunden con las pesadillas, pero son diferentes en cuanto a su duración, frecuencia y nivel de conciencia. En este artículo discutiremos qué son los terrores nocturnos, cómo se diferencian de las pesadillas, a qué edad pueden comenzar, por qué se producen, cómo se diagnostican y qué tratamiento está disponible. Además, ofreceremos algunos consejos prácticos sobre qué hacer si se está experimentando un episodio de terror nocturno.
Si alguna vez ha sufrido un terror nocturno o conoce a alguien que lo padece, este artículo puede proporcionar información útil y ayudar a comprender mejor este trastorno del sueño.
Índice del post
- 1 ¿Qué son los terrores nocturnos?
- 2 Diferencia entre terrores nocturnos y pesadillas
- 3 ¿A qué edad empiezan los terrores nocturnos?
- 4 Terrores nocturnos en personas adultas, ¿se pueden dar?
- 5 Diagnóstico según el DSM-V
- 6 ¿Por qué se producen los terrores nocturnos?
- 7 ¿Qué hacer ante un terror nocturno?
- 8 Tratamiento de terrores nocturnos
- 9 Conclusiones
¿Qué son los terrores nocturnos?
Los terrores nocturnos son un tipo de trastorno del sueño que se caracterizan por episodios de miedo extremo y angustia durante la noche. A diferencia de las pesadillas, los terrores nocturnos son menos comunes y ocurren principalmente en la primera mitad de la noche, generalmente durante las primeras horas del sueño profundo.
Durante un terror nocturno, la persona afectada puede sentarse en la cama, gritar, llorar, sudar, respirar con dificultad y tener una expresión facial de terror. A menudo, la persona no responde a los intentos de consuelo y puede ser difícil despertarla. En algunos casos, la persona puede moverse de manera violenta y peligrosa para sí misma o para los demás.
Diferencia entre terrores nocturnos y pesadillas
Es importante diferenciar entre los terrores nocturnos y las pesadillas, ya que son dos trastornos del sueño diferentes. Las pesadillas son sueños desagradables que ocurren durante la fase REM del sueño y generalmente ocurren en la segunda mitad de la noche. A diferencia de los terrores nocturnos, las pesadillas pueden ser recordadas con detalle y la persona puede despertarse fácilmente.
Los terrores nocturnos, por otro lado, ocurren durante el sueño profundo y no suelen ser recordados por la persona afectada. Además, los terrores nocturnos son más comunes en edad infantil que en edad adulta, mientras que las pesadillas pueden afectar a personas de todas las edades.
¿A qué edad empiezan los terrores nocturnos?
Los terrores nocturnos son más comunes en niños o niñas y suelen comenzar entre los 3 y 12 años. En algunos casos, los terrores nocturnos pueden ocurrir en personas adultas, especialmente en aquellos que tienen antecedentes familiares de trastornos del sueño.
Los y las niñas que tienen terrores nocturnos pueden tener una predisposición genética a este trastorno, ya que a menudo se asocia con otros trastornos del sueño, como sonambulismo y enuresis nocturna.
Terrores nocturnos en personas adultas, ¿se pueden dar?
Aunque los terrores nocturnos son más comunes en niños o niñas, también pueden ocurrir en personas adultas. Las personas adultas que experimentan terrores nocturnos pueden tener un mayor riesgo de sufrir otros trastornos del sueño, como el síndrome de piernas inquietas o la apnea del sueño.
Los terreros nocturnos en adultos pueden estar asociados a ansiedad, depresión o como efecto secundario de medicamentos
Los terrores nocturnos en personas adultas también pueden estar asociados con trastornos mentales, como la ansiedad y la depresión. En algunos casos, los terrores nocturnos pueden ser un efecto secundario de ciertos medicamentos, como los antidepresivos.
Diagnóstico según el DSM-V
El DSM-V, el manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales, establece los criterios para el diagnóstico de los terrores nocturnos. Según el DSM-V, para ser diagnosticado con terrores nocturnos, la persona debe cumplir con los siguientes criterios:
- Los episodios de terror nocturno ocurren durante la primera mitad del sueño profundo.
- Durante los episodios de terror nocturno, la persona experimenta una gran angustia y miedo extremo.
- La persona puede tener una expresión facial de terror, respirar con dificultad, sudar y moverse de manera violenta.
- Después del episodio, la persona no puede recordar lo sucedido.
Es importante destacar que un diagnóstico adecuado de los terrores nocturnos debe ser realizado por un o una profesional de la salud mental, ya que es posible confundir este trastorno del sueño con otros trastornos, como las pesadillas o el síndrome de apnea del sueño.
¿Por qué se producen los terrores nocturnos?
Aunque se desconoce la causa exacta de los terrores nocturnos, algunos factores pueden contribuir a su aparición. Los factores que pueden influir en la aparición de los terrores nocturnos incluyen:
- Herencia: Los terrores nocturnos pueden ser hereditarios y pueden estar asociados con otros trastornos del sueño, como el sonambulismo.
- Estrés y ansiedad: El estrés y la ansiedad pueden aumentar la probabilidad de sufrir terrores nocturnos. Los eventos estresantes, como la muerte de un ser querido o el cambio de casa, pueden desencadenar episodios de terror nocturno.
- Medicamentos: Algunos medicamentos, como los antidepresivos, pueden aumentar el riesgo de sufrir terrores nocturnos.
- Otros trastornos del sueño: Los terrores nocturnos pueden estar asociados con otros trastornos del sueño, como el síndrome de piernas inquietas o la apnea del sueño.
¿Qué hacer ante un terror nocturno?
Si una persona experimenta un terror nocturno, es importante no intentar despertarla ni interferir en su sueño. La mayoría de las personas que experimentan terrores nocturnos no recuerdan el episodio y no sufren ningún daño físico.
Sin embargo, si la persona se mueve de manera violenta y puede correr el riesgo de lastimarse, es importante tomar medidas para protegerla. Por ejemplo, puede ser necesario mover objetos peligrosos o bloquear las puertas y ventanas para evitar que la persona salga de la habitación.
Tratamiento de terrores nocturnos
En la mayoría de los casos, los terrores nocturnos no requieren tratamiento y desaparecen con el tiempo. Sin embargo, si los episodios son frecuentes o causan angustia significativa, pueden ser necesarios algunos tratamientos. Los tratamientos para los terrores nocturnos pueden incluir:
- Reducción del estrés: La reducción del estrés y la ansiedad puede ayudar a reducir la frecuencia de los terrores nocturnos. La meditación, la terapia cognitivo-conductual y el yoga pueden ser útiles para reducir el estrés.
- La terapia conductual puede ser útil para tratar los terrores nocturnos. La terapia de desensibilización y reprocesamiento (EMDR, por sus siglas en inglés) y la terapia de exposición pueden ayudar a reducir la frecuencia de los episodios de terror nocturno.
- Tratamiento de otros trastornos del sueño: Si los terrores nocturnos están asociados con otros trastornos del sueño, como la apnea del sueño, puede ser necesario tratar estos trastornos para reducir la frecuencia de los terrores nocturnos.
Es importante destacar que el tratamiento de los terrores nocturnos debe ser personalizado y adaptado a las necesidades individuales de cada persona. En Lusarreta Psicología te podemos ayudar a determinar el mejor tratamiento para cada caso particular.
Conclusiones
En conclusión, los terrores nocturnos son un trastorno del sueño poco común que puede ser muy angustiante tanto para la persona que lo experimenta como para las personas cercanas a ella. Aunque los terrores nocturnos no suelen ser un problema grave, pueden afectar la calidad del sueño y la calidad de vida de la persona que los sufre.
Por lo tanto, es importante buscar ayuda si los episodios de terror nocturno son frecuentes o causan angustia significativa. Con el tratamiento adecuado, es posible reducir la frecuencia de los terrores nocturnos y mejorar la calidad del sueño y la calidad de vida de la persona que los sufre.